El martes dejamos San Quintín rumbo a una playa cercana llamada Camalú con la eaperanza de muchas olas y poco viento. No se nos dieron las cosas
La vista era espectacular, y las olas pintaban bien, pero ese viento haría imposible dormir allí, y menos surfear.
Como el pronóstico del tiempo indicaba que el viento no amainaría, partimos de una vez para Ensenada. EL RECORRIDO nos sorprendió por lo verde del paisaje. Llegamos a un camping en Maneadero, en una bahía que nos protegería del viento.
Llegamos como a las 4pm, justo para un «linner» (lunch + dinner), y para la cena de los muchachos del barrio, un grupo de jubilados gringos muy simpáticos.
Allí decidimos que era hora de partir para EUA, pero nos despediríamos de México con un buen almuerzo en Ensenada el miércoles.
Ostras de la región, ceviche y risotto marinero en El Muelle 3, junto al muelle pesquero… Tal vez la mejor comida del paseo. Luego bajamos el almuerzo caminando por el centro de Ensenada.
PARTIMOS HACIA IRVINE, CALIFORNIA, donde nos esperaban Samuel Francisco (a.k.a. Pachito IV) y Olivia. Pero primero a Tijuana para cruzar la frontera.
Hasta vimos el muro en el camino

Éxitos totales, luego de 30 mins. de cola, y la inspección del Officer Hernández que parecía algo sorprendido por las respuestas de Rodrigo (¿ocupación? Desempleado, ¿dónde viven? En esta camper ¿traen comida? Si, todo nuestro mercado), amablemente se río, revisó la camper y nos dejó seguir.
Y si bien Pachito y Olivia ya estaban dormidos cuando llegamos, Carlos Alberto (el hermanito de Rodrigo) nos estaba esperando
La camper desentona un poco en este ambiente suburbano tan elegante, ¿o no?
Esta mañana desayunamos con Pachito y Olivia
Y como todo el que cruza por Tijuana, llegamos directo a chambear
Mañana terminaremos esa construcción.
Y en efecto, no nos despedimos de México del todo aún. Pronto volveremos un ratito, pués se nos olvidó cancelar el registro de importación temporal de la camper.
¿Saliendo de México con trámites por hacer? ¿Volándose de las autoridades mexicanas? ¿Por qué no me extraña? ¡Pilas con meter a la pobre Cris en esos malos pasos suyos, carajo!
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Jaja jaja! Ayy Migue, cómo lo conoces!!
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